Durante décadas, el monitoreo de taludes mineros ha sido esencial para garantizar la estabilidad y seguridad de las operaciones. Sin embargo, el desafío de estimar con precisión vectores reales de movimiento persiste, especialmente cuando la ubicación de los instrumentos de medición no es la óptima y, además, las distancias de lectura son relevantes en relación con la magnitud del desplazamiento. En este contexto, este artículo presenta una metodología que busca integrar distintas fuentes de monitoreo - como prismas, radares y datos GNSS – con el objeto de superar estas limitaciones y ofrecer una visión más precisa del comportamiento deformacional de los taludes. Si bien estos sistemas proporcionan estimaciones confiables de la distancia inclinada, sus capacidades individuales pueden ser insuficientes para estimar vectores reales de movimiento. La integración propuesta combina sus fortalezas, reduciendo errores y mejorando la comprensión del comportamiento de los taludes, tanto para el monitoreo rutinario como para el análisis de estabilidad esfuerzo-deformación. Con base en 30 años de experiencia, esta metodología incorpora avances tecnológicos y considera la evolución en el enfoque del monitoreo: mientras el radar ha asumido un rol táctico, prismas y datos satelitales destacan como herramientas estratégicas, posibilitando decisiones informadas respecto de la estabilidad de taludes.